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Agentes de la Policía Nacional ha detenido en Madrid a diez miembros de una banda de atracadores que atracó varios bancos utilizando la red de alcantarillado para acceder y huir de las sucursales, ha informado en rueda de prensa el jefe superior de la Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez y el inspector jefe de la Policía Judicial de Madrid, Dionisio Martín.

Las investigaciones se iniciaron a raíz de la comisión de una serie de atracos a sucursales bancarias madrileñas en los últimos años en los que los autores accedieron y huyeron a través de la red de alcantarillado.

La metodología llevó a los agentes a analizar de manera minuciosa hechos similares acaecidos este tiempo. De este análisis se obtuvo la identidad de dos personas que podían estar relacionadas con los atracos investigados.

Una vez localizados estos sujetos, los agentes realizaron pesquisas para comprobar su implicación en los hechos y para identificar al resto de los miembros de la banda. Fueron complicadas para la Policía, ya que ningún miembro del grupo delictivo tenía antecedentes por robo, y sólo alguno por drogas.

Fruto de las investigaciones, los agentes fueron identificando poco a poco al resto de miembros del grupo y averiguaron que estaban preparando un nuevo asalto a una sucursal bancaria en el madrileño barrio de Usera.

Tras realizar un seguimiento de los investigados, observaron cómo se desplazaban en varias ocasiones hasta la calle Mirasierra, situado en este distrito. En este lugar accedieron al alcantarillado varias veces tras levantar una de las tapas ubicadas en la vía pública.

ARRESTADOS AL SALIR DE LA ALCANTARILLA

Finalmente, viendo las maniobras preparatorias que estaban llevando a cabo y ante la posibilidad de que cometieran un atraco, se estableció un dispositivo que contó con la colaboración del Grupo Especial de Operaciones (GEO).

Durante el despliegue por la zona, aproximadamente a las 13.55 horas del pasado lunes 26 de agosto, se cometió un atraco en una sucursal bancaria próxima 50 minutos. Los agentes detectaron a cuatro de los miembros de la banda saliendo del subsuelo y a otros cuatro esperándoles fuera.

En ese momento todos fueron arrestados y se les intervino tres armas de fuego, bridas de plástico y cinta adhesiva utilizadas para inmovilizar a sus víctimas, linternas, una palanqueta, una maza con filo y 66.317,40 euros sustraídos en la sucursal. Una de las armas incautadas fue la que robaron a un vigilante de seguridad durante un atraco anterior en el banco Santander.

Los otros dos miembros de la banda fueron apresado posteriormente. Entre los detenidos se encuentran tres mujeres, una de ellas la mujer del cabecilla, que estaba embarazada y que, probablemente por los nervios, dio a luz pocas horas después en el hospital.

También hay un detenido que dijo ser venezonalo y que tiene antecedentes por incumplir la Ley de Extranjería. La Policía está comprobándolo, ya que muchos delincuentes dicen ser de este país caribeño o de Cuba para evitar ser repatriados.

Tras pasar a disposición judicial, seis de los detenidos han pasado a prisión provisional. Los otros cuatro, entre los que se encuentran dos de las tres mujeres detenidas y el hombre proveedor del material y las herramientas de la banda, han quedado en libertad con cargos. La Policía ha agradecido la estrecha colaboración mantenida con el Juzgado de Instrucción número 12 de Madrid.

La operación ha sido desarrollada por agentes del Grupo XII de la Sección de Delincuencia Especializada de la UDEV de la Brigada de Policía Judicial de Madrid, que ha contado con la colaboración de los GEO.

EL AUTOPROCLAMADO ‘ROBIN HOOD’ DE VALLECAS

Al principio de la investigación, los agentes pensaban que los integrantes de la banda eran grandes expertos en subsuelo o incluso habían trabajado en las alcantarillas madrileñas, ya que conocían la red y soportaban las condiciones que allí hay perfectamente bien.

Sin embargo, luego averiguaron que el líder del grupo era hijo de un conocido atracador de bancos que empleaba el mismo método para perpetrar sus golpes. Durante su infancia había sido instruido por su progenitor para desenvolverse con soltura en la red de alcantarillado y en la forma de atracar. Tras morir su padre en 2008, se erigió como jefe y creó su propia banda.

Según han explicado el jefe policial, el líder se fue convirtiendo en una persona egocéntrica, que quería destacar y mostrar su superioridad al resto del grupo. De hecho, en uno de los robos se proclamó, dentro de la sucursal, como el ‘Robin Hood’ de Vallecas.

Además, en alguna ocasión se hizo pasar por miembro del Rayo Vallecano (en distintos atracos iba con la camiseta del club) y en otra se erigió como autoridad política para inaugurar el agujero por donde salieron del banco.

MODUS OPERANDI

El ‘modus operandi’ de la banda consistía en estudiar el objetivo del robo durante varios días, a los trabajadores y comprobar su red de subsuelo. Para ello utilizaban la furgoneta de la pescadería en la que trabajaba el líder para colocarla encima de la tapa de alcantarilla por la que entraban y luego salían. De hecho, utilizaban ‘poliespan’ para ocultar más sus actos.

Entraban los viernes después de que cerraba la sucursal. Así, tenían todo el fin de semana para comprobar los conductos subterráneos, por los que entraban con los buzos y material de pocero.

Así, realizaban el butrón para subir al banco, de tal forma que el agujero no fuera completo para evitar que saltaran las alarmas. Además, inutilizaban los cajeros de la sucursal para que el lunes repusieran más dinero.

A primera hora del lunes varias personas, entre ellas el líder, accedían a la alcantarilla a la espera de que los ‘aguadores’ les dieran por buscas la información de que había llegado a la oficina el director, momento en el que sabían que apagarían las alarmas. También les avisaban si llevaba la Policía o cualquier otra complicación proveniente del exterior.

Entonces, concluían el butrón oradando el tabique final y entraban en la sucursal. Maniataban si era preciso a los trabajadores e intimidándoles con armas de fuego sustraían el dinero disponible y el de la caja fuerte, que obligaban a abrir.

Si era preciso, llegaban a pegar a los trabajadores para que cumplieran sus órdenes, como ocurrió en el atraco de junio. Dejaban tirados por la red los trajes de pocero, subían a la superficie y se iban en la furgoneta.

La Policía comprobó que la frecuencia delictiva del grupo iba en aumento, porque al principio daban los ‘palos’ cada seis meses, luego cada cuatro y ahora cada dos, ya que el último asalto antes del 26 de agosto había tenido lugar en junio en la calle Alcalá.

Además, habían ampliado la zona de actuación de la avenida de San Diego y de la avenida de la Albufera al Paseo de Delicias, Usera y la calle Alcalá, concretamente en penúltimo ocurrido en la oficina del banco Santander que hay en la confluencia de esta vía con Príncipe de Vergara.

Otro robo muy conocido, y también atribuido a la misma banda, tuvo lugar el lunes posterior a la Semana Santa de 2011, cuando tres individuos entraron a un sucursal bancaria de la calle Delicias a través de  un gran agujero subterráneo excavado desde una alcantarilla de la calle Delicias de Madrid.

Vdieo: http://www.policia.es/videos/wmv/20130902_1.wmv

http://www.europapress.es/sociedad/sucesos-00649/noticia-desmantelan-banda-atracadores-bancos-usaba-alcantarillas-acceder-huir-sucursales-madrid-20130902081658.html

Nadie, en sus 77 años de existencia, se ha atrevido a asaltar la cámara del oro que se encuentra a 48 metros bajo tierra del edificio del Banco de España. Las posibilidades de salir con vida de ella son casi nulas. Los obstáculos no son pocos. Ante cualquier amenaza detectada a través de diferentes sensores o cámaras se accionaría de forma manual una llave que inundaría toda su altitud. Sin posibilidad de escape. Ni siquiera para Ethan Hunt en «Misión Imposible».

ABC ha modificado algunos datos para preservar la seguridad de las instalaciones

Dos arroyos que fueron canalizados a un aljibe durante la construcción de la cámara (en el proyecto de ampliación del arquitecto José Yarnoz entre 1929 y 1936) lo anegarían. Se trata de «Las Pascualas», que casi está a nivel de superficie sobre la Castellana, y el de «Oropesa», un subterráneo que baja por Alcalá y alimenta La Cibeles.

Estanterías de Eiffel

Muy pocos conocen el recorrido hasta quedar fascinado por el brillo de los lingotes de oro que se cobijan en este lugar de alta seguridad. Allí se apila, en estanterías del ingeniero Eiffel, un tercio de la reserva de oro española. El resto está en Fort Knox (EE.UU.) y Londres. El total asciende a 9,1 millones de onzas troy, equivalente a 281 toneladas de oro o 12.000 millones de euros. En los estantes de la cámara del oro española se acumulan, de cinco en cinco, 5.400 lingotes de oro puro estándar. Cada lingote pesa 12,5 kilos y vale entre 600.000 y 640.000 euros. Además, hay otros 2.000 lingotes irregulares. También se custodia el intocable oro nazi.

Para llegar a la cámara hay que cruzar unas escaleras que se encuentran en la glorieta de unión del edificio de 1891 y el de la ampliación de 1936 del Banco de España, prácticamente en el centro de la parcela. Fuentes de toda solvencia nos explican el recorrido. Hay que bajar dos sótanos. Después se llega a una sala donde uno se topa con la primera gran puerta acorazada, de 15 toneladas de peso y acero oxidable. Una de las curiosidades es que dos veces al año hay que protegerla con vaselina para que no se oxide. Cualquier mota de polvo sobre la puerta puede impedir que se abra.

Distintas cajas

Este primer obstáculo se abre con dos claves y dos llaves que tienen los claveros: el cajero del banco y el interventor. Antiguamente, el gobernador también tenía una llave, pero esta figura ya no la guarda y se anuló. Al pasar la acorazada hay un foso y dos ascensores. Estos elevadores bajan 36 metros de profundidad.

Al llegar a abajo hay que cruzar un puente de dos metros de longitud que atraviesa el foso. Al atravesarlo hay otra puerta acorazada rectangular, más pequeña que la primera. A otros seis metros de esta, una puerta gemela. Pesan 13,5 toneladas cada una. Todas se abren con dos llaves y dos claves. Nunca se abre una puerta sin cerrarse otra.

Dos familias bajo tierra

La última puerta, la tercera, da a parar a un distribuidor con las cajas de seguridad, entre las que se encuentra la cámara del oro. Todas las puertas fueron fabricadas por la Casa York en EE.UU.. En 1934 se terminó su construcción. Dentro de la cámara acorazada hay una caja para el Ministerio de Economía, otra para el de Justicia, una más para el Defensor del Pueblo y otros espacios para el Banco de España, donde guarda el oro en lingotes y la colección numismática del banco, que asciende a más de 500.000 monedas. Además, en las estanterías también reposan cerca de dos millones de monedas valoradas en oro.

A 48 metros de profundidad también hay un pasillo pequeño, una tronera que recorre la superficie exterior desde la entrada hasta la salida. Está repleto de espejos, colocados de un modo que al asomarse por un punto se puede ver cualquier silueta. En caso de que hubiera un intruso, no sería necesario recorrer toda la instalación y se podría dar la voz de alarma rápidamente. Este espacio lo recorrían en rondas de seguridad los guardias civiles que vivían bajo tierra en dos viviendas hasta hace 25 años. Ahora ya no las habita nadie. En esos pisos hacían su vida con sus familias. Sus hijos iban al colegio cada día desde estas cuevas. El Instituto Armado no tiene constancia de este extremo, aunque no lo niega. A los privilegiados visitantes de la cámara del oro se les confirma este hecho.

El PSOE vendió la mitad

Actualmente hay 9,1 millones de onzas troy en la cámara del oro. En 2004 la reserva total de este metal ascendía a cerca de 17 millones de onzas troy. En el año 2005 se finaliza con 14,7 millones; en 2006, con 13,4 millones, y en diciembre de 2007, con la reserva actual. En la época en que se dio salida a casi la mitad de la reserva de oro, estaba al frente del Ministerio de Economía y Hacienda Pedro Solbes.

Las ventas de oro permiten incrementar los beneficios del banco. «Entonces se dijo que invirtieron en otros activos más rentables. Era una tendencia de venta llamativa. Mientras otros países emergentes compraban, España vendía. Comprar oro es una forma de protección cambiando divisas por este metal, que nunca se devalúa», explica Marion Mueller, vicepresidenta de la Asociación Española de Metales Preciosos. Esta experta especifica que si ahora el país tiene 281 toneladas de oro, en 1999 ascendían a 523 toneladas.

Desde 2007 no se ha tocado la reserva. En la actualidad existe un acuerdo conjunto entre veinte bancos europeos en el que se establece, desde 2009, que las ventas de oro se limitan en un período de cinco años (hasta 2014) a 400 toneladas y las ventas totales a lo largo del plazo no superarán las 2.000.

Estos son los secretos mejor guardados de la cámara acorazada, una superficie de 2.500 metros cuadrados que con los grandes muros que separan las cajas quedan útiles 1.500. Es una instalación infranqueable. Ni siquiera las bombas de la Guerra Civil pudieron con ella. Fue en este búnker donde las familias que vivían en el edificio del Banco se protegieron a buen recaudo de los misiles.

http://www.abc.es/espana/20130422/abci-trampa-banco-espana-201304211030.html

La ola de protestas obliga a los bancos a blindarse con seguridad privada

Grupos de protesta social como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, los yayoflautas o los afectados por las preferentes han convertido las sucursales de las diferentes entidades bancarias en los centros neurálgicos de sus manifestaciones. Es por eso que la mayoría de bancos, y muy especialmente los nacionalizados por el Gobierno, han decidido aumentar su servicio de vigilancia privada en el interior de las sucursales para evitar situaciones de inseguridad.

Diversos bancos consultados por La Vanguardia.com han reconocido que a raíz de las protestas han tomado nuevas medidas de vigilancia, seguridad e incluso prevención dirigida a sus empleados. Algunos han optado por blindar su sede central, otros por ampliar la presencia de agentes de seguridad privada en las sucursales, y otros por crear una vigilancia itinerante que se despliega especialmente cuando advierten que se ha organizado una protesta en una de sus oficinas.

Es el caso de Bankia, que ha reconocido que en “días puntuales se refuerza la seguridad en alguna sucursal”, sobre todo en zonas de Madrid y Valencia. Normalmente las sucursales piden esos refuerzos a la central. Lo mismo sucede en CatalunyaCaixa, donde en las zonas más conflictivas de l’Hospitalet o Barcelona disponen de seguridad privada aunque, resaltan: “No hay ninguna estructura fija y los vigilantes se mueven de una sucursal a otra”. Fuentes de la caja catalana sí que destacan el aumento de seguridad fija en la central de la entidad en Via Laietana de Barcelona, con estrictos controles para acceder a las instalaciones. Por su parte, Banc Sabadell ha realizado “refuerzos puntuales en sus sucursales cuando alguna de ellas ha sido objeto de protestas”. CaixaBank, BBVA y Santander han declinado hacer ningún tipo de declaración al respeto.

La presión ciudadana por las preferentes obliga a algunas entidades a tomar medidas de seguridad adicionales. Es el caso de NovaGalicia Banco, una de las principales entidades afectadas por la venta de estas participaciones, que reconoce que a finales de 2012 puso en funcionamiento “un plan de seguridad en las oficinas que vendieron más participaciones y que concentraban un índice más elevado de protestas”, como las de Morrazo, Valmiñor, Baixo Miño, Vigo y Pontevedra.  Fuentes de Bankia han destacado también el aumento de la seguridad en sus oficinas de Mataró, donde Caixa Laietana comercializó preferentes a miles de vecinos de la localidad y donde las protestas semanales obligan a blindar las sucursales.

La mayoría de entidades financieras siguen muy de cerca la actividad de las plataformas de afectados por hipotecas y preferentes a través de las redes sociales. El hecho de que casi todas las organizaciones tengan internet como canal principal de comunicación con sus simpatizantes les hace más fácil conocer las protestas que están organizando. “Nos enteramos de casi todo gracias a Twitter”, destacan en Bankia. “Vamos detectando los movimientos de las plataformas en la red y actuamos en consecuencia”, añaden en CatalunyaCaixa. Algunas fuentes apuntan, incluso, a “contactos entre los bancos y las autoridades policiales para evitar posibles situaciones de inseguridad en las sucursales”. Responsables del vasco Kutxabank afirman que disponen de un protocolo “en colaboración con las fuerzas de seguridad”.

Catálogo de recomendaciones

Las centrales de algunas entidades han enviado a sus empleados recomendaciones de actuación en caso de situaciones de tensión. Un portavoz de uno de los bancos, que prefiere mantenerse en el anonimato, reconoce que a finales de 2012 –después de varios altercados durante la última huelga general- se realizaron unas recomendaciones al personal de sus más de 2.200 oficinas con “actuaciones de sentido común ante posibles situaciones adversas”. Confinarse en el despacho del director en caso de que alguien acceda a la oficina con un objeto punzante o guardar material valioso, son algunos de los consejos que la entidad recomienda seguir.

Vigilancia de los bienes inmuebles

Los bancos no solo han aumentado la vigilancia de sus oficinas, también se han visto obligados a contratar seguridad privada para velar por el elevado número de activos inmobiliarios que han ido acumulando debido a los impagos de las hipotecas. Desde 2008, más de 400.000 familias se han visto inmersas en un proceso de ejecución hipotecaria por parte de alguna entidad financiera. Casas, promociones terminadas pendientes de vender y obras a medio hacer han llamado la atención de posibles okupas y ladrones. La mayoría de ellas, asegura un portavoz de la empresa de seguridad Eulen, “se encuentran en las zonas de costa, lo que serían segundas viviendas que han tenido una venta más complicada”. Esta empresa destina en la actualidad un centenar de vigilantes de seguridad que, aparte de la vigilancia física, también instala sistemas de alarmas. El objetivo es evitar el robo de material de construcción –muchos edificios en propiedad de los bancos están aún sin finalizar por la falta de liquidez – y la ocupación de los inmuebles “por parte de colectivos de desahuciados u okupas”. Desde Eulen destacan que la inversión que están realizando los bancos en este tipo de vigilancia es muy elevada, equiparable “a lo que destinan a la seguridad de sus sucursales”.

http://www.lavanguardia.com/vida/20130421/54371360397/bancos-seguridad-privada-protestas.html

El servidor informático con los datos de los clientes de NCG en Suiza está protegido con una única llave, guardada en caja fuerte

El plan de ajuste y vuelta al negocio tradicional de Novagalicia Banco supone un cierre progresivo de más de 220 sucursales en apenas dos años para centrarse exclusivamente en el noroeste: Galicia, Asturias y León. Fuera de esos territorios podrá mantener una oficina en Madrid, otra en Barcelona, una más en Bilbao… Y una cuarta en Ginebra, ciudad símbolo de la opulencia económica planetaria. NCG presta en esa urbe suiza un servicio financiero propio, que opera con su ficha bancaria, pero cuyos datos se almacenan en A Coruña, en un pequeño búnker de apenas 6 metros cuadrados identificado con una bandera roja con una cruz blanca en el centro; la enseña nacional de ese pequeño país.

Ese receptáculo blindado es una anomalía en la banca española y europea. Es el único que se maneja a distancia. Las autoridades suizas obligan a las entidades financieras a que los datos de todos los clientes estén registrados dentro de su propio país, para preservar el secreto bancario del que presume. Secreto bancario que se presta a todo tipo de artimañas (blanqueo o fraudes), y que solo se levanta si lo solicita un país por motivos judiciales. Y esto sucede desde hace apenas un mes.

El caso de NCG en Ginebra es infrecuente porque, a diferencia de lo que hacen otras grandes corporaciones centradas en los grandes patrimonios, lo suyo no es banca privada. Es comercial, a pequeña escala, lo que se llama retail. «Atendemos a la colectividad gallega en ese país, la que estuvo en el pasado y se ha quedado, y la que ahora está volviendo a emigrar», explica José Manuel Valiño, responsable del área tecnológica de Novagalicia. En total, suman unos 15.000 clientes, según datos del banco. Sus movimientos, saldos, operaciones… Toda la memoria de esa división de NCG se guarda en un servidor informático en territorio gallego porque el Banco de España y las autoridades suizas así lo permitieron. Hicieron una excepción dadas las características de NCG (un pequeño banco local, comparado con otros que operan en el país), y valorando que de esta manera se ahorra un buen pellizco la entidad nacionalizada.

El recinto, dentro de un edificio del polígono industrial de Pocomaco, tiene sus peculiaridades. Se encuentra en un local con la temperatura bastante baja al que se accede con una tarjeta específica. Está junto al resto de los servidores informáticos que sirven al banco. Es decir, donde están los registros de unos tres millones de clientes, procesando miles de datos por segundo. A diferencia del recinto con la bandera roja y blanca, estas torres de procesamiento de datos no tienen una protección especial. Pero sí una réplica en el sótano de la sede central del banco en A Coruña, por si algo falla.

Bajo control especial

El enrejado que separa al banco de Ginebra del resto solo se pueden abrir con una llave especial que se guarda en una caja fuerte, de acceso muy restringido. Y en el momento que se accede, las autoridades suizas reciben un aviso directo. Además, regularmente (una vez al año, o cada 18 meses), un supervisor del sistema bancario de Ginebra acude hasta Pocomaco para comprobar qué entradas ha habido, qué consultas se han producido, por parte de quién… Todo un complejo sistema, pero necesario si se quiere mantener esa pica en suelo gallego.

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2013/03/03/unico-banco-suizo-distancia-custodia-bunker-gallego/0003_201303G3P40991.htm

Dos hombres han atracado una sucursal de La Caixa en Zaragoza y han logrado hacerse con un botín que ronda los 80.000 euros. El robo se ha conocido hoy, pero ocurrió a primera hora de la mañana del martes, en el zaragozano barrio de La Jota.

Los dos asaltantes iban disfrazados como mensajeros y, haciendo ver que iban a hacer una entrega en la oficina, lograron que los empleados les permitieran acceder a ella minutos antes de que la sucursal abriera al público, poco antes de las nueve de la mañana.

Según han informado fuentes policiales, se trataba de dos hombres españoles, de mediana edad. Uno de ellos llevaba la cara tapada con un pañuelo y otro llevaba puesto el casco de la moto con el fin de taparse los rostros.

Se hicieron pasar como mensajeros para poder entrar en la oficina, minutos antes de que ésta abriera al público

Las mismas fuentes han explicado que ambos amenazaron a los empleados de la sucursal provistos con pistolas, actuaron con rapidez y salieron huyendo sin que se les pudiera seguir la pista. La Policía no ha precisado qué cantidad de dinero lograron sustraer, pero diversas fuentes relacionadas con el caso han indicado que la cifra ronda los 80.000 euros.

El caso está siendo investigado por el Grupo de Atracos de la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza.

http://www.abc.es/local-aragon/20130227/abci-hombres-roban-euros-sucursal-201302271757.html